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LA RANA JUANA

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26/01/2021

LA RANA JUANA Texto escrito por "Freedom"

Sonaba el timbre de fin de clase en el colegio. Luz se levantó de la silla y mientras salía pensaba en los deberes que habían mandado...bajó las escaleras detrás de un grupo de niñas de su clase...ellas hacían planes para reunirse en el parque. Luz las adelantó y siguió caminando hasta llegar a su casa. Era algo normal que a ella no le dijeran de ir...Ella no iba al parque, Aunque tuviera que escuchar a su madre diciéndole que saliera un poco como las otras niñas, que fuera una niña normal...Era viernes, y tenía por delante el fin de semana, más dos días de puente festivo. Y como todos los fines de semana y festivos, Luz iba al campo con sus padres y su hermana mayor Mimi. A Luz le encantaba ir, ¡allí podía jugar con todos los animales que encontraba!

Al día siguiente se levantó temprano y preparó la mochila con los libros del cole, aunque fuera fin de semana le gustaba repasar lo hecho y leer lo que darían la semana siguiente...

Llegaron al campo, sus perros les esperaban en la puerta, dando saltos de alegría, los gatos saltaron la verja y enseguida se acercaron a saludar a Luz. Las gallinas cacareaban desde el gallinero dándoles la bienvenida...Pasó el día jugando con todos y cada uno de los animales, incluso estuvo ayudando a unas hormigas a llevar la comida a su hormiguero, también a un escarabajo que pedía ayuda con sus patitas porque había caído boca arriba y no se podía dar la vuelta...

Ya estaba oscureciendo, los animales estaban tumbados, cansados de jugar todo el día. Luz fue a encerrar a las gallinas. Alguna se resistía a entrar al gallinero...Luz se enfadó; vamos, ya sé que no queréis entrar, pero es lo que hay, a mí también me gustaría que las niñas de mi clase me invitaran a ir con ellas y me aguanto...Cuando por fin las encerró a todas, escuchó una voz: Luuuuuuuuuz . Se asustó, la voz no venía del gallinero, venía del campo vecino. Se echó a correr lo más rápido que pudo hasta llegar a la caseta. Asustada aún, les dijo a sus padres que alguien la había llamado por su nombre desde la oscuridad. Sus padres le dijeron que serían imaginaciones suyas, que nadie la había llamado...

Esa noche Luz no podía dormir, y cuando durmió, tuvo pesadillas. En ellas también la llamaban en la oscuridad, aunque en el sueño ella no salió corriendo, si no que se acercaba hacia la voz y al llegar a la pared del vecino vio que la voz salía de una charca. No podía ver con claridad, y cuando creyó ver algo se despertó. A la mañana siguiente saltó de la cama, y después de desayunar se dirigió hacia el gallinero. Al llegar a la pared que separaba las parcelas miró hacia abajo y, ¡¡¡ahí estaba!!!, la charca del sueño...A la luz del sol era todo distinto, el sol se reflejaba en el agua y parecía que la charca tuviese vida, llena de hojas verdes de todos los tamaños, que también se iluminaban con el sol, sobre un agua cristalina.

Pasó horas jugando con sus perros cerca de la charca para poder contemplar su belleza cuando se daba un respiro...por la tarde, desde la caseta, Luz miró hacia la charca y le pareció ver a una rana encima de una roca, tomando el sol. Se dirigió hacia ella emocionada, pero al llegar no había nada. Me habré confundido con una hoja, se dijo. Al final mamá tendrá razón. Pero cuando se iba escuchó: Luuuuuz y, aunque no era de noche, se asustó. Se quedó paralizada y no se atrevía a girarse. Y es que la voz no parecía humana, era una voz muy dulce. Se giró, la vio, se miraron...La misma rana que creyó ver antes tomando el sol. Era verde, con topos negros y la barriga blanquita, sus ojos negros y saltones.

¿Eres tú quien me llamaba? -preguntó la niña.

-Croac, contestó la rana.

-¿Qué puedo hacer yo por ti?

-¿Qué puedes hacer por ti? contestó la rana. Luz se quedó alucinada, ¡la rana hablaba!

-¿Puedes hablar? preguntó

-No contesto preguntas absurdas, lo que es evidente, es evidente, contestó la rana

-Perdón, dijo

Ya no se atrevió a preguntarle cómo sabía su nombre...Estaba en shock, era la primera vez que un animal le hablaba con palabras, así que no quería molestarle con sus preguntas absurdas...

-¡Qué bonita charca! - dijo con la intención de romper el hielo...

-No me has contestado a la pregunta, dijo la rana

Luz le iba a decir que ella tampoco le había contestado a la suya, pero no quería incomodarla y contestó:

-¿que qué puedo hacer para ayudarme? Pues no sé. voy al cole, apruebo todas las asignaturas, ayudo a mi madre con algunas tareas y cuando venimos al campo juego con los animales, ¿qué más podría pedir

Jajajajaja, se rio la rana. Puedes pedir muchas cosas más. Además, sólo me hablas de las cosas que haces

-No sé a qué te refieres.

La ranita se estiró poniéndose cómoda en la roca, mojando sus patitas para refrescarse. - Pues si dices que apruebas todas las asignaturas seguro que eres suficientemente inteligente para entenderlo, sólo tienes que pensar. Yo me voy un rato, dijo la rana, vuelve cuando quieras compartir tu respuesta. Se dejó resbalar encima de una hoja y desapareció en el agua.

Luz estaba asombrada. Esta vez no le diría nada a sus padres porque no le iban a creer. Pero sí que pensaría en la pregunta de la rana...Una cosa son las cosas que hago y la otra ¿qué es? Esa noche tampoco podía dormirse, qué es la otra cosa, se preguntaba...

Se despertó al olor de la comida que su madre estaba cocinando...La mesa estaba preparada para muchos comensales.

-¿quién viene? preguntó la niña a su madre.

-Hoy vienen tus tíos y abuelos.

Buf, pensó Luz, qué rollo, no quiero que venga nadie, quiero volver a la charca, hablar con la rana y jugar con los animales.

No pongas esa cara, le dijo su madre. Aunque tú no quieras lo que tienes que hacer es poner buena cara, aunque sea un rato.

Luz no podía creerlo, ¡¡¡ahí estaba la respuesta a la rana!!! Unas son las cosas que hago y otras son las cosas que siento que quiero hacer.

Corrió a la charca feliz de haber encontrado la respuesta...

-Hola, hola, ¡hoooooooooolaaaaaaaaaaaaa! Raaaaaaanaaaaa sé la respuestaaaaaa La rana salió del agua de un brinco ¡Hola a ti también!

-Perdón por gritarte, dijo Luz, Hola rana...

-Me llamo Juana, dijo la rana.

-Hola Juana, ¿puede ser que la otra cosa sea las cosas que siento que quiero hacer?

-¿Por qué me preguntas? Has sentido que esa era la respuesta, entonces, ¿por qué dudas?

-Porque tú sabes más que yo.

-Jajajajaja, respuesta equivocada, dijo la rana Juana. Nadie puede saber más de tus sentimientos que tú misma. ¿Por qué dudas?

-Porque siempre he dudado, me cuesta sentirme segura.

-Que no lo hayas hecho antes no significa que no puedas hacerlo. Siempre hay una primera vez. Puedes hablar contigo, porque todas las respuestas están dentro de ti... Bueno, veo que te has esforzado en saber la respuesta, serás recompensada...Mañana vente con traje de baño, daremos un paseo por la charca, ahora te dejo que te esperan para jugar.

Luz se giró y ahí estaban sus perros, con palos en la boca esperando que la niña se los tirara para jugar. Volvió a mirar a la charca, pero Juana ya no estaba, se había zambullido en el agua…

¡Luz se sentía tan feliz! Iba a dar un paseo por una charca con una rana que podía hablar con palabras. y, aunque todo le parecía increíble, algo dentro de ella le hacía confiar que así sería... Estuvo comiendo con su familia, esta vez no tenía cara de enfadada. Sus tías preguntaban, ¿qué le pasa a esta niña que está tan feliz? A saber, decía su madre, lo mismo se enfada que se  ríe ...

A la mañana temprano, Luz estaba en la charca con su bañador favorito, con ganas de entrar

-Juanaaaaaaa Juanaaaaaaaaaaa...

Juana apareció en unos segundos. Vio a Luz con una enorme sonrisa en la cara y la rana también le sonrió.

-Buenos días, Luz, ¿preparada para el paseo?

Luz estaba nerviosa, tenía miedo a lo desconocido y siempre pensaba que no saldría bien... Una parte de su mente le decía que no cabía en la charca, que las ranas no hablaban y que seguro que todo se lo estaba imaginando... Pero la otra parte le decía que iría de paseo por una charca con una rana que hablaba y que se lo pasaría súper bien. Así que confiada metió un pie en el agua. Enseguida notó el suelo rocoso, metió el otro pie y se quedó sentada mirando a Juana...

-No quepo más, le dijo...

-¿Otra vez vas a empezar con el no puedo, no quepo...? Prueba de cambiar el No por el Sí

Juana cerró los ojos y lo deseó con todas sus fuerzas...¡¡¡Sí quepo, Sí puedo!!! y estaba tan segura de lo que decía que se lanzó al agua...De repente, ¡¡¡el suelo se abrió!!! El cuerpo de Luz descendió dentro del agua dejando sólo su cabeza fuera...

-Ahora que ya has comprobado que cabes, ven conmigo- y nadó hacia el fondo.

Esta vez se dijo a sí misma, no tengas miedo… el suelo se ha abierto, no suena real pero así ha sido...Bajaré y si siento que no me queda aire volveré a subir…. Así que se lanzó detrás de Juana...

¡¡¡No podía creerlo!!! ¡La charca por dentro era enorme! Y estaba repleta de animales y plantas, todo de colores muy brillantes... ¡Todo era mágico! Un mundo aparte del que ella conocía en la tierra...

Juana se paró a hablar con otra rana, ésta era marrón y negra, tenía los ojos más pequeños y menos saltones que los de Juana. Le hizo una señal a Luz, y Juana, Luz y la otra rana, salieron a la superficie.

-Este es John, el sapo John.

-Encantada, dijo Luz.

John se sentó en la roca y le dijo:

-Ningún humano entra en nuestra charca, pero ya me dijo Juana que tú eres muy especial. Te gusta hablar y jugar con los animales, y te preocupas de ayudar a los demás

(Luz se sonrojó por los halagos)

-Bueno...¡Gracias! Pero no todo lo hago bien...Mi madre siempre me regaña, tampoco me cree cuando le cuento cosas. Las niñas del cole no me invitan a sus actividades , así que lo de "muy especial", no estoy muy segura de que sea así...

-¡Claro que lo eres! - dijo el sapo, y ¡mucho! ¡Nunca lo dudes! Si unas personas no lo ven, es su problema ¡Tú sabes que lo eres y nosotros también! Con eso es suficiente

A Luz se le escapó una sonrisa...

-¿Has visto los huevos y los renacuajos que hay debajo del agua? Dime, qué pasaría si ellos pensaran que se van a quedar toda la vida sin poder salir a la superficie a disfrutar del sol y la tierra

Luz pensó...- ¿Que nunca llegarían a ser ranas?

-Así es, les dejamos claro lo especiales que son, que un día nacerán en ellos patas y se desarrollarán para poder salir a la tierra, y así lo sienten. Y ya aprendiste antes esa lección...Cuando lo sientes y confías en tí, nada te podrá parar. Conseguirás lo que te propongas, da igual si eres una rana verde o un sapo marrón, más bonita o menos, eres especial, estás en el mundo para ser feliz y tienes las herramientas para conseguirlo. Todo está dentro de ti, Luz.

Luz se sentía feliz, y cada palabra de sus nuevos amigos le tocaba el corazón.

A lo lejos se escuchaba a su madre, llamándola para comer.

-Me tengo que ir, pero puedo volver esta tarde...

-Esta era nuestra lección para ti, eres una niña inteligente y has aprendido rápido. Ahora ya sabes cómo hacerlo y no nos necesitas..

-¿Y si os necesito? Luz sintió miedo de no volver a ver a la rana Juana ni al sapo John

-No tengas miedo -le dijo- Te tienes a ti para consultar cualquier duda. Y siempre estaremos en alguna charca dispuestas a dar lecciones a quien quiera aprender, pero en tu camino, sólo tú puedes dar los pasos

Juana vio una lágrima rodar por la mejilla de la niña.

-No estés triste pequeña, nada acaba, aunque no nos veamos

-¿Cómo que nada acaba? Ahora que tengo amigos, me abandonan

-¡No es verdad! ¡No te abandonamos! Vinimos en el momento que nos necesitaste, y ahora ya sabes que no necesitas a nadie para resolver tus dudas. Sólo a tí...

Luz recordó y analizó la lección

-Es verdad, ahora no importa si las niñas no me invitan a ir con ellas, porque yo puedo ser mi mejor amiga y soy quien mejor me conoce. Tampoco me importa que venga la familia a comer, si no me apetece poner buena cara no la pondré, porque es lo que siento. Y cuando mamá me diga que sea una niña normal, le contestaré que no quiero ser normal, porque, ¡soy especial así como soy! 

-¿Ves? ¿Crees que sigues necesitando algo de nosotras?

-No. Os quiero por enseñarme, pero la verdad es que no os necesito, y habrá muchos niños y niñas que sí que os necesiten, y allí debéis estar...

-Así es Luz, igualmente cuando quieras mandarnos un saludo acércate a la charca y susurra. Te estaremos escuchando. Y recuerda, un renacuajo deja de ser renacuajo cuando confía en sí mismo y se transforma. Tú no eres renacuajo, pero también pasarás por diferentes etapas en tu vida, cuando acabe una etapa nunca será el final, será el principio de una etapa nueva.

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